A un año y siete meses desde la irrupción de la pandemia de COVID-19 en nuestras vidas, cientos de investigadores e investigadoras que realizan sus postgrados en las universidades chilenas se encuentran en peligro de abandonar sus estudios.

Los largos cierres de instituciones y laboratorios donde realizaban sus investigaciones, la imposibilidad de realizar trabajos de campo, ha generado por lo menos un año de retraso en su trabajo, lo que les impide cumplir con los plazos de obtención de grado y término de estudios que estipula la misma Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID); esto significa que este mismo organismo puede obligarles a retornar todo el dinero. Una medida incoherente y que precariza aún más a este gremio, como denuncia la vicepresidenta de la Asociación Nacional de Investigadores de Postgrado (ANIP), Dra. Carola Díaz.

“Recién hace un mes que es posible reingresar a las instituciones. Entonces, vemos cómo becarios y becarias ANID de magíster y doctorado tienen retrasadas sus investigaciones y van a quedar un largo rato sin financiamiento, ya que la beca compromete fondos de 2 años para magíster y 4 años para doctorado”, explica la bioquímica y Doctora en Química. La situación es tal, que “muchos investigadores e investigadoras están trabajando en otros rubros para poder mantenerse y, en el tiempo que les queda, tratar de finalizar sus investigaciones”, agrega, con las implicancias económicas y de salud mental que esto tiene.

Además, “si no cumples con los plazos de término, ANID pide la restitución de los fondos. Entonces, imagina la presión de no poder terminar a tiempo por una pandemia, no tener sueldo y además ser el único gremio que trabaja y que el Estado tenga la atribución de pedir de regreso el sueldo con el que te mantienes todo ese periodo. Es una situación sumamente crítica y que se va agudizada en el contexto de que somos un gremio súper invisibilizado en la sociedad”, detalla.

En este contexto, la ANIP, CEIP-Chile y Redes Chilenas de Investigación (ReCH) lanzaron un comunicado visibilizando la compleja situación, mientras continúan intentando obtener una respuesta desde el Ministerio de la Ciencia:

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Entre sus declaraciones, también denuncian que un gran porcentaje de investigadores e investigadoras ni siquiera pudo recibir aportes económicos del gobierno para mitigar efectos económicos de la pandemia (41.2% magister, 46.9% de doctorantes, 72,9% de postdoctorados y 91,7% de investigadores/as con Fondecyt de Iniciación). “Esto se debe a la precariedad laboral en que se encuentran, lo que entre otras cosas deviene en no tener seguridad social ni pensión, a pesar de ser profesionales en formación de postgrado”, afirman.  Junto con esto, denuncian que el decreto que rige las Becas Nacionales no contempla una extensión de beneficios de manutención para casos de desastres, catástrofes, emergencias u otros motivos de fuerza mayor, como fue el caso de la pandemia.

Desde el Ministerio de Ciencia declaran que no habrá extensión para becarios y becarias nacionales, ya que tienen una posibilidad concursable de extensión por escritura de tesis, por lo que “no sería necesario”. Lamentablemente, esto no es un apoyo para pandemia, solo está disponible para becarios/as de doctorado, es una instancia concursable (no disponible para todas las personas que postulen) y “aunque parezca una obviedad, para poder proceder a la escritura de la tesis, es necesario haber terminado o al menos avanzado lo suficiente en la investigación, lo que en muchos casos requiere necesariamente haber accedido a laboratorios, levantamiento de datos en general, lo que no ha sido posible en todos los casos”, precisan.

Díaz señala que muchas universidades no han colaborado mucho con el complejo escenario: “hay instituciones que han hecho oídos sordos a esta problemática: no ha habido rebajas de aranceles ni condonaciones de matrículas. Sentimos que estamos bajo doble fuego, entre el Estado y las universidades, sin poder resolver este problema que escapa de nuestras manos y con la presión de terminar”, agrega la científica.

La vocera teme que, si no hay ayudas serias, habrá un alto abandono de investigaciones, con las consecuencias que eso tiene para las carreras y familias de estos trabajadores y trabajadoras, como también en la generación de conocimiento para todo el país. Para ella, la principal solución es clara: “Queremos que becarios y becarias nacionales sean incluidas en una extensión y que esta considere el año y medio de atraso, tanto de magíster como para doctorado”, puntualiza.

Hasta ahora, no se ha creado ninguna glosa de extensión, hubo una nueva reducción del presupuesto para Ciencias y el Ministro de la Ciencia, Andrés Couve, no se ha reunido con estas agrupaciones ni tampoco ha asistido a las sesiones en las que se han tomado estas decisiones, como se denunció en la declaración más reciente de estas organizaciones:

Intentamos contactar a Postgrado UdeC y, aunque manifestaron que colaborarían en esta nota, cuentan con un retraso en su respuesta.