La Asociación de Académicos y Académicas “Enrique Molina Garmendia” desea expresar públicamente su satisfacción por la decisión del Consejo Académico, que en sesión extraordinaria el pasado día jueves 11 de junio, resolvió constituir la Comisión de Participación de la Universidad de Concepción. Se trata de un signo de los tiempos, que da cuenta del escenario actual de transformación social y de crisis de las instituciones políticas tradicionales y que resulta de la demanda ciudadana, cada vez más fuerte, por mayor democracia, participación y transparencia. Constatamos que diversos actores sociales y políticos han instalado de manera categórica la necesidad de que aquellas instituciones universitarias que aspiren a recibir el aporte financiero estatal, que supone la gratuidad de aranceles para los estudiantes universitarios, deben demostrar con hechos concretos su carácter público. Nuestra institución debe responder de manera oportuna y sincera a ese llamado.
Sin embargo, nos preocupa que en la conformación de esta comisión hayan sido excluidas otras voces, que de forma organizada y legalmente constituidas, también representan a los trabajadores y trabajadoras de la Universidad de Concepción. Nos referimos a las Asociaciones gremiales, particularmente a nuestra propia Asociación de Académicos y Académicas, así como la Asociación de Secretarias y la Sociedad de Académicas y Profesionales de la Universidad de Concepción. Consideramos que la intención de generar un diálogo productivo y de fomentar la participación debe avalarse en gestos que den cuenta de la inclusión de todos aquellas organizaciones que participan del quehacer universitario, las cuales cuentan con una base legal y representantes electos. A este respecto, debemos precisar que los Decanos que conforman dicha comisión, más allá de ser elegidos por pares (aunque no por todos los docentes), no representan a la totalidad del estamento académico y, en su calidad de autoridad electa de acuerdo a los actuales estatutos y reglamentos, están subordinados a la estructura orgánica actual. La misma estructura que será revisada y que podría ser reformada en un proceso de triestamentalidad. Este conflicto puede resolverse si se incorpora en la comisión a representantes académicos que no detenten cargos (jefaturas, direcciones o decanatos). Postulamos que la diversidad del estamento académico debe estar representada por organizaciones de base y no sólo por autoridades universitarias.
Junto con reiterar nuestras felicitaciones y parabienes a esta oportuna iniciativa, reafirmamos nuestro compromiso de continuar trabajando junto con la Federación de Estudiantes y los Sindicatos, por un efectivo proceso de democratización de la Universidad de Concepción.
POR EL DESARROLLO LIBRE DEL ESPÍRITU
DIRECTORIO DE LA ASOCIACIÓN DE ACADÉMICOS Y ACADÉMICAS
“ENRIQUE MOLINA GARMENDIA”
Ciudad Universitaria, 16 de junio de 2015