Moira Délano Urrutia, es Licenciada en Artes y Gestora Cultural con amplia trayectoria académica y laboral. Durante 12 años dirigió organismos culturales estatales en la Región del Biobío, desde 1994 a 2000 en la Municipalidad de Concepción, entre el 2000 y 2003 en la División de Cultura del Ministerio de Educación y entre el 2003 y 2006 en la Dirección Regional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile. Ingresó a la Corporación Universidad de Concepción luego de haber asumido la SEREMI de Cultura, en donde instaló el debate sobre la Institucionalidad Cultural a nivel del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. Actualmente, Moira asumió un nuevo cargo, esta vez como Jefa del Departamento de Ciudadanía Cultural, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Con más de 20 años de carrera en el ámbito cultural, Délano trabajó por más de 8 años en Corcudec, vinculada al desarrollo e implementación de proyectos, y en la Facultad de Artes de la Universidad de Concepción, como docente, donde se encargó de formar a estudiantes en el ámbito de la gestión cultural. Situación que cambió abruptamente en mayo de 2014, cuando fue despedida de la Corporación debido a “necesidades de la empresa”, lo que derivó a que en enero de 2015 fuera desvinculada también de su trabajo como docente en la Universidad de Concepción. “Fui despedida sin razón alguna, solo con la excusa de que como había sido finiquitada en la CORCUDEC no podía seguir perteneciendo a la Universidad, pese a que ambas entidades tienen rut, dirección y razón social distinta”, señala Moira.

Me fui con un profundo pesar por los estudiantes, quienes se merecen una explicación. En ese sentido le presté plata a la Universidad, ya que debido a mi formación y trayectoria, era importante para ellos contar conmigo, y sin embargo hicieron esto, en la que consideraba también mi Universidad. Estudié aquí, le tengo un gran cariño y respeto enorme, y por mismo, siento que las cosas se están haciendo de manera errada”.

Situaciones anómalas

Moira, cuenta que en el transcurso de su último año en CORCUDEC, el clima laboral fue enrareciéndose completamente. “Los 4 meses previos a mi despido, los directivos no me hablaban, tan simple como eso, situación completamente distinta a la que viví en el Departamento de Artes, donde hasta el último momento mis colegas me prestaron todo el apoyo y vieron con consternación lo que sucedió”.

Diagnostico actual de CORCUDEC:

Respecto al clima laboral dentro de la Corporación, Délano es enfática “está muy mal, no es que no sea el óptimo, es mucho más grave que eso, hay que preocuparse de los funcionarios que ahí trabajan y del elenco estable de la orquesta, quienes en definitiva son los que conforman la corporación desde dentro. Si la CORCUDEC existe y funciona aún, es por la gran labor que hacen sus músicos profesionales. Sería súper interesante que las autoridades y la comunidad se preguntaran como es el clima laboral dentro de la corporación, ya que se van a encontrar con grandes sorpresas, negativas lamentablemente, el temor es una cosa instalada desde hace años y las malas prácticas también”.

En ese sentido, Moira siente que la Universidad de Concepción está errando el camino.Creo que la UDEC perdió en las maneras y las formas. Cada trabajador tiene derechos y dignidad. Las autoridades toman sus decisiones, pero critico las maneras en cómo éstas se llevan a cabo. Las personas con inteligencia y formación son capaces de entenderse y dialogar, cosa que aquí no pasó en ninguno de los dos casos que me corresponden. Han quedado ciegos a la mirada más amplia, la tolerancia y el rescate del verdadero lema de nuestra Universidad”.

Situación Artistas del Acero

Refiriéndose a la situación que actualmente enfrenta Artistas del Acero, entidad en donde se desempeñaba hasta hace unos días, Délano señala “esta es una Institución con mucha trayectoria, con más de 58 años de actividad ininterrumpida, y tiene gran compromiso con lo público y las políticas culturales aún siendo una entidad privada, y eso es porque ha entendido su rol y su misión, y sé que el Estado la va a respaldar, ya que además forma a estudiantes, presta espacios, apoya la creación local y crea audiencia, cosas que, CORCUDEC por ejemplo, nunca ha hecho, abrirse a la comunidad e interactuar directamente con ella, avanzar junto a las nuevas generaciones”.

La opinión en el Departamento de Artes Plásticas

Al respecto de la desvinculación de Moira, los estudiantes de Artes Visuales, se han manifestado consternados por la decisión, indicando que se sienten abandonados por la Universidad, debido a que Délano era un pilar fundamental del desarrollo de la especialización en Gestión Cultural que imparte la carrera, destacando su proactividad y dedicación a colaborar, siempre estaba presente para lo que se la necesitara, te daba un consejo, un empujoncito, por eso nos parece raro este despido, jamás hubiésemos pensado que alguien como ella, con el tremendo currículum que tenía iba a ser sacada de la U de la noche a la mañana”, indican.

En tanto, Rodrigo Piracés, ex Director del Departamento de Artes Plásticas y actual docente de nuestra Universidad, señaló: “Moira llegó a hacer clases en la UdeC, cuando yo era director de la escuela. Yo la contraté debido a su gran experiencia, ya que me parecía extraño que alguien con su incidencia en la cultura regional siendo exalumna de nuestra escuela no estuviera haciendo clases acá. Por eso la propuse en el título de Gestión Cultural, porque ella que había sido directora regional de cultura y tiene una cantidad enorme de experiencia en el tema”.

“Cuando llegó Moira, ella estructuró los contenidos del título de gestión cultural y tuvo una labor fundamental en el desarrollo de la carrera, ya que era una especialista en el tema y demostró con hechos concretos ser una docente de la más alta categoría, con un nivel de preocupación que superaba su contrato laboral. Vinculó a estudiantes con directores de museos, corporaciones y personas influyentes con las que buscó apoyar a los jóvenes, generando contacto real con el entorno laboral”, ratificó Piracés.

Frente al tema del despido de Moira, el profesor es categórico, “cuando supe que ella no iba a seguir trabajando, no entendí por qué. No existe ninguna causa académica que pudiese justificar su despido, por lo que quedó una sensación muy extraña en el Departamento de Artes, en los profesores y en los estudiantes. Una impresión de que no hay una voluntad de que ella permaneciera en la Universidad. Algo que muchos de nosotros no queríamos creer, no queremos pensar que en la Universidad se veta a personas por cuestiones que no son académicas. Da la imagen de que las Humanidades son prescindibles, en donde lo que más se vio perjudicado es la Escuela de Artes, que perdió a una persona valiosa y hace sospechar que hay una especie de castigo político en la Universidad, lo cual me parece preocupante, siendo que ya dejamos la dictadura hace tiempo”.