Al caso de la estudiante de Biología Marina de la UdeC, Constanza Valdebenito, se sumó el de la alumna de Medicina Veterinaria, Catalina Fuentes y el de su pareja, Bastián Toledo; estos dos últimos prestaban atención primaria en salud a manifestantes. Familiares y amigos son categóricos al afirmar que no constituyen un peligro público y que deben esperar la investigación en libertad.

Este lunes, se volvió a llevar a cabo un punto de prensa a las afueras de Cárcel El Manzano. Ahí, familiares, amigos/as, compañeros/as y docentes de distintos manifestantes en prisión preventiva exigieron su liberación, denunciando procesos sumamente irregulares y medidas desproporcionadas.

Entre los convocantes, se encontraba María Virginia Fuentes, madre de Catalina Fuentes Fuentes, la alumna de Medicina Veterinaria UdeC, detenida el pasado martes 3 de diciembre, tras ser seguida y fotografiada por la Policía de Investigaciones soteniendo un adocreto.

” Lo único que Catalina ha hecho en este mundo y en esta vida, ha sido apoyar a los vulnerables, a los indefensos. Mi hija está presa por dar su vida por los demás; le pidieron colaboración [en la brigada de salud] y no lo pensó dos veces. Lamentablemente [los de la PDI] la vieron vulnerable, la siguieron y la atraparon junto a Bastián. Ruego que ella mantenga su fuerza y entusiasmo por la vida, por todos los seres en este planeta que necesitan su ayuda. Vengo desde Calama y no me voy a ir de aquí sin mi hija, sana y entera”, denunció, visiblemente conmovida.

Catalina Fuentes trabajando en lo que más le gustaba: cuidar animales. Los mismos que atendía en las marchas.

Su testimonio, se suma el de sus compañeros y compañeras de Medicina Veterinaria de la UdeC, quienes también participaron en la convocatoria, rechazando públicamente que se encuentre encarcelada tras ser catalogada como un peligro para la sociedad:

“Quienes conocemos a Catalina, sabemos que no es así. Ella ha estado siempre dispuesta a ayudar a quien lo necesite, sea su amigo o no, como cuando presta ayuda a la comunidad en AREVET. A pesar de ser de Calama, decidió quedarse en Concepción, para jamás descuidar su rol de presidenta del TRICEL, asistiendo a cada asamblea nuestra para velar por la democracia y transparencia. En todo el contexto de las marchas, perteneció a la brigada de salud, donde prestó ayuda a cada niño, niña, adolescente, adulto y hasta animales afectados por gases lacrimógenos y perdigones lanzados”, afirmaron.

El mismo día en que fue detenida Catalina, atraparon en similares condiciones a su pololo, Bastián Toledo Ferrada, el técnico en enfermería del Sanatorio Alemán y bombero que prestaba atención primaria en salud a quienes resultaban heridos/as en las protestas. Como relata su padre, Alfonso Toledo Parra, él también fue detenido por agentes de civil de la PDI, cuando intentaba regresar en bus a su hogar, y llevado hasta a un vehículo particular: “Mi hijo está recluso por hacer un bien al resto de los jóvenes manifestándose”, declaró.

El profesor de la UdeC, Abelardo Castro Hidalgo, también acompañó y entregó apoyo a las familias: “Vengo como padre de tres hijas y como maestro de la Universidad de Concepción, cuyo lema es ‘por el desarrollo del libre espíritu’. No podría ser un maestro consecuente si no estuviera aquí junto a estudiantes que viven y se comprometen con la sociedad bajo ese hermoso lema. No es posible que, cuando se vive en Chile es una rebelión social, estén encarceladas dos jóvenes por causas justas. Es una contradicción enorme”.

Constanza en una de sus clases en terreno.

En el lugar, también se encontraban los familiares y amigos de Constanza Valdebenito, la estudiante de Biología Marina de la UdeC, detenida el viernes 22 de noviembre, cuando regresaba de un laboratorio en la Universidad de Concepción, acusada de saquear una tienda del centro de la ciudad.

La misma joven que alguna vez fue condecorada por la primera dama, Cecilia Morel, por representar a Chile en un concurso de Microsoft en Estados Unidos, fue brutalmente golpeada, encarcelada preventivamente e incomunicada de su familia por seis días. Incluso, no le permitieron constatar sus lesiones. A pesar de ello, Héctor exclama ante las cámaras que “Mi hija siempre ha estado por la lucha de los más desposeídos, por eso le grito desde aquí: ¡lucha para siempre, hija, te amo!”

Sus casos se suman al de Carlos Peyrin Matamala y José Sepúlveda Arévalo, trabajador de Cpech Concepción. Ya se interpusieron recursos de amparo a favor de Fuentes, Toledo y Valdebenito;; en el caso de José Sepúlveda, ya fueron rechazados en una ocasión, motivo por el cual el auxiliar deberá pasar su cumpleaños número 62 en prisión preventiva este miércoles.

Desde la FEC interina, explican que la criminalización de la protesta social es una estrategia común en todo el mundo para agotar a movimientos sociales: “Para el Estado, nuestros compañeros y compañeras son un peligro para la sociedad, cuando el peligro son ellos y ellas: las fuerzas policiales, el Estado, los medios de comunicación, la clase política y el Gobierno, quienes con su discurso buscan imponer una falsa normalidad, como si todo estuviera tranquilo y solucionado, atacando hacia un solo objetivo, la protesta [..] Les decimos que bastante lejos estamos de deponer la protesta, porque mientras exista la desigualdad e impunidad, seguiremos en las calles, exigiendo que nuestros compañeros y compañeras queden en libertad y sin ningún cargo y que los responsables de muertos y torturas paguen con cárcel”.

Desde el Colectivo No Más Presos por Luchar, agregaron: “No olvidemos que en otros módulos de este misma penal está lleno de ‘populares’ que también han caído en el marco de la revuelta. Nosotros estamos haciendo el esfuerzo de recopilar información, porque están desperdigados en distintos módulos. Calculamos que más de 2 mil chilenos y chilenas y también mapuche están en las cárceles del Estado en el marco de la revuelta popular”.

Luego del punto de prensa, familiares, amigos y amigas de los presos y presas políticos, además de organizaciones sociales, salieron a tomarse las calles, marchando desde la Cárcel El Manzano, hasta la Fiscalía de Concepción.