Como les relatamos en un reportaje anterior, el Centro de Formación Técnica Lota-Arauco fue construido a raíz de las demandas de los más de mil mineros que, en 1996, quedaron desempleados por la crisis de la Empresa Nacional del Carbón. Pero a pesar de que su origen tenía un espírtu social, este se ha ido perdiendo con los años. Rebajas al precio “por hora” de los profesores, trabajadores que con suerte almorzaban un pan con mortadela para el almuerzo y una concentración excesiva de recursos en la cúspide de la “pirámide administrativa” fueron algunas de sus demandas que los llevaron a estar en huelga por 9 días.
“Hay trabajadores que ganan 340 mil brutos, o sea, que les quedan 270 mil líquidos en el bolsillo. Si a eso le restas las cuentas básicas de una casa –luz, agua, gas, cable e Internet-, te quedan unos 170 mil. Si lo divides por cuatro, que suele ser el promedio de familiares por trabajador, te dan 40 mil por persona mensualmente. O sea, esperan que la gente viva con $1.400 al día. Y con eso tienen que comer, vestirse, pagar salud y movilizarse. Ese es el sueldo paupérrimo que gana un trabajador nuestro”, explicó Carlos Jerez, docente y tesorero del sindicato.
En medio del conflicto, les negaron el pago de los anticipos a quienes participaron en las movilizaciones, motivo por el que tuvieron que interponer una demanda en tribunales.
Finalmente, el 25 de noviembre se firmó el fin del conflicto. Hortencia Zapata, presidenta del sindicato del CFT Lota-Arauco explicó que debieron darle “fin a la huelga de forma rápida, porque nuestro abogado se enteró de que el rector puso una contrademanda a la Inspección del Trabajo y un recurso de amparo. Hicimos una reunión y pusimos presión para firmar el documento”, detalla.
Entre algunos de los avances que lograron, es que “quedó estipulado que apenas llegaran más recursos, los docentes serían prioridad”, agrega Hortencia. Se logró un reajuste anual del 2,5% + el IPC para quienes tenían los sueldos más bajos (menos de $450.000). Para el resto, se logró un reajuste anual del 1,5% + IPC.
También, se redujo en una hora la jornada de los guardias, se logró un bono de colación para las y los auxiliares de $600 diarios ($480 con descuentos). También, se logró aumentar el importe por concepto de movilización: quienes viajen a trabajar desde Concepción recibirán $32.500, los de Coronel $22.500, los de Lota $14.000 al mes.
El principal problema es que a los trabajadores en huelga les descontaron los 9 días que protestaron, pero lograron que este descuento se haga un día al mes (y no todo el importe al mismo tiempo). El bono de término de conflicto fue de $30.000, lo cual se pagó directamente al sindicato. Hortencia Zapata adelanta que la demanda que presentaron en tribunales sigue adelante, por el no pago de anticipos a aquellos trabajadores que estaban en huelga.
Una protesta y una demanda que dejan en claro que los lotinos ya no quieren más precarización laboral ni mucho menos, persecusión política. “Sabemos que ahora cuando volvamos a trabajar a nuestra querida institución pueden darse ciertas situaciones incómodas y de hostigamiento hacia nosotros; no obstante, lo asumimos hidalgamente, porque gracias a nuestro movimiento se generaron los cimientos para que NUNCA MÁS los trabajadores del Centro de Formación Técnica Lota Arauco teman plantear sus demandas e inquietudes y lo más importante, NUNCA MÁS dejaremos que nos arrebaten NUESTRA DIGNIDAD. Hoy somos mucho más fuertes que cuando comenzamos. Hoy tenemos muchos más aliados que ayer”, declaró el sindicato en un comunicado público.